Caso Denisse: el acusado de matarla dijo que “estábamos jugando”
En la primera jornada de debate oral, Franco Aguirre declaró cómo fue el día en que Dennise Cid Frescia perdió la vida a causa de un disparo mortal: “Estábamos jugando, así como ella terminó herida, pude haber salido yo”, confesó.
El presunto asesino, Franco Aguirre, entró elegante a la sala de la Cámara del Crimen Nº 1 compuesta por Domingo Flores, Silvia Aizpeolea y José Flores. Vestía una camisa color gris claro, relucía un cinturón blanco que ajustaba un jean casi al tono y calzaba unos zapatos negros en punta.
Aguirre estuvo en pareja con Cid Frescia aproximadamente "seis meses", y convivieron cerca de "un mes y medio", hasta el domingo 29 de marzo de 2015, cuando la mujer de 22 años, murió por un disparo en el rostro.
Habitaban una vivienda del Anexo 5 del barrio Eva Perón, donde el joven atendía una despensa con algunos de sus 13 hermanos que residían en el lugar.
En la vereda de la casa, se encontraban “bebiendo alcohol desde el día anterior”, dos de sus hermanos, Miguel y "Jony", a quienes les solicitó una moto para trasladar a Dennise.
Aquel funesto día, según la versión de Aguirre, madrugaron porque Cid Frescia con su hijo de cuatro años, Agustín, quedaron en ir a almorzar a la casa de sus padres en el barrio Di Pasquo de la ciudad de San Luis.
A las 9:30 aproximadamente “los llevé, y cuando volví, bebí con mis hermanos y luego atendí el negocio”, sostuvo; y cerca de las 17 “le avisé a Dennise que se alistara porque no iba a tener vehículo para buscarla, ya que mis hermanos debían retirarse”.
La novia le contestó que la fuera a buscar más tarde. Cerca de las 18:40 acudió a la casa una de sus hermanas, Verónica, "y le pedí su moto", indicó.
Manifestó que buscó a la mujer con su hijo, luego pasó por la vivienda de su madre que también vive en el barrio Di Pasquo, y continuó el viaje hasta la casa de su hermana para devolverle el rodado. "Nos invitó a comer puchero, aceptamos y le dijimos que más tarde volvíamos”, expresó.
Cuando llegaron a su vivienda, “Dennise y Agustín se metieron dentro de la habitación a mirar televisión”, recordó el muchacho y luego dijo que la fallecida le pidió cenar pizzas caseras "así que fuimos a comprar queso que faltaba en la despensa y volvimos”.
Luego de comer, alrededor de las 22, Aguirre entró a la habitación donde se encontraba su novia con el hijo. "Me puse a ver un partido de River", comentó.
Era un día “normal”, no habían discutido, “sólo la molestaba porque ella era de Boca y nos reíamos porque Agustín se estaba durmiendo con una porción de pizza en la boca”, afirmó.
Describió que el dormitorio no tenía ventanas, había una cortina en lugar de la puerta y adentro había un placard donde guardaban la ropa y en un ropero los calzados. Arriba de una cajonera estaba el televisor y en su interior, un calibre 38 de 9 milímetros, el cual "contenía tres balas". Aguirre habría adquirido el revólver "un mes atrás" en el barrio 1º de Mayo, porque le contaron que “el Eva Perón era jodido”.
Cid Frescia, recién supo ese día que su novio tenía una pistola, ya que “siempre la guardaba en el techo, pero esa mañana ella vio que la ubiqué en el cajón”, explicó.
Mientras observaban el partido "recostados sobre los pies de Agustín" que “dormía” en un colchón de dos plazas, “vino una sobrina y me gritó: ‘Franco ahí pasó Cati’, quien fue una chica con la que tuvimos algo pasajero”, expresó.
La escena en la que intervino la sobrina, desencadenó en que Cid Frescia sospechara que “seguro estuviste acostado con esa toda la tarde y le respondí que no era así”, dijo el joven.
La chica se paró del colchón, caminó hacia la cajonera, tomó el revólver, se sentó nuevamente y apuntó al muchacho: “Me repetía ‘con esto te voy a matar’, y le dije que la dejara donde estaba”, resaltó.
El “juego” continuó. “Le saqué el arma, la destrabé y se la devolví”, dijo y añadió: “Ahora sí, dispará”.
El suceso se desarrollaba “normalmente”. “A veces me perseguía por la casa con cuchillos en la mano pero esto se tornó en un juego que nunca pensé”, reveló mientras la fiscal Andrea Monte Riso levantó las cejas sorprendida.
Aguirre la recordó como una chica “alegre, carismática, humilde”, y manifestó “que nunca se peleaban”.
Cuando el hombre le arrebató el arma nuevamente “la puse a una altura incómoda, cerca de su cabeza aproximadamente a 30 centímetros y ella me preguntó si la iba a matar y me pegó un manotazo”, admitió y confesó que en ese instante “mi reacción fue retirar el arma hacia atrás. Nunca le vi la cara, se hizo una nube de pólvora, solté el revólver y vi que le había entrado la bala por el pómulo izquierdo”.
“Me quería suicidar, me apunté en la sien y justo entró mi hermano al dormitorio, me empujó y gritó ‘Franco le pegó un tiro a Denisse”, relató.
“Agustín se despertó a los disparos, mi hermana, Karen, les avisó a mis padres, y le rogué a Miguel que me pegara un tiro, pero me golpeó en otra pieza”, manifestó.
“Se fueron todos y me quedé sólo”, dijo y cuando acudieron los efectivos de la Policía les transmitió un relato que no ocurrió: “Un muchacho saltó la cerca de la casa y empezó a los tiros”.
Aguirre se encuentra preso en el Servicio Penitenciario Provincial por orden de la jueza en lo Penal Nº 3, Virginia Palacios, y está imputado por el delito de "homicidio agravado por el vínculo". La indagatoria culminó a las 11:49 y como no se citaron más testigos, la próxima audiencia será el martes 21 a las 9:30.